22 DE MARZO
Con esta célebre frase Bruce Lee aconsejaba no establecerse en una forma, saber adaptarse y construir una propia, ser como el agua. Aunque en un principio iba dirigida al uso de las fuerzas tanto propias como del contrario en combate, poco a poco se ha convertido en un buen eslogan para una filosofía de vida evolutiva y adaptativa.
Hoy es el día Mundial del Agua, no solo un recurso, sino un elemento indispensable para la vida. Si dispones de agua y jabón para lavarte las manos, eres privilegiado, casi tres mil millones de personas no tienen cómo hacerlo. Este año, más que nunca, se ha incidido sobre la importancia del agua para frenar epidemias y enfermedades infecciosas incluso con campañas como #ManosLimpias.
Pero lejos de centrarnos en el agua como un derecho fundamental, la importancia del desarrollo sostenible o la relación con el cambio climático, podríamos celebrar este día buscando ese agua del que hablaba el actor. Esa energía, esa capacidad de fluir, de hacerte con lo positivo de otros y volverlo propio.
Es una visión muy cercana a lo que ahora llaman resiliencia, la capacidad para enfrentarse a situaciones adversas y lograr resultados positivos. De rehacerse, de reinventarse, de superarse, de levantarse, en resumen, de seguir adelante.
Be water, my friend.
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