23 DE FEBRERO
Contrariamente a lo que rezaba el refrán; alegría, alboroto, activación...podríamos interpretar esa sangre alterada como uno de los humores de los que hablaba Hipócrates, y quizás guarde más relación con otro tipo de sentimientos, no tan positivos.
El día Metereológico Mundial es un buen marco para reflexionar sobre cómo los cambios climáticos afectan a las distintas especies de seres vivos, y cómo el ser humano no es una excepción. Es habitual escuchar que los días de lluvia son tristes, o que el sol alegra la vida, pero no a todo el mundo le afectan igual los fenómenos atmosféricos ni los cambios estacionales. Y dado la época que comenzamos es casi obligación hablar de la astenia primaveral.
Coincidiendo con el paso del invierno a la primavera, es fácil observar cierta sintomatología de caracter leve; apatía, melancolía, pérdida del apetito o del deseo, malestar, hipotensión, etc. Estos cambios son pasajeros, y no se trata de un trastorno psicológico como el Trastorno Afectivo Estacional. El aumento de las temperaturas y el cambio en las horas de luz solar parecen provocar ciertos efectos en el hipotálamo y en la regulación hormonal, especialmente en betaendorfinas y la serotonina. Lo que repercute directamente en nuestro estado de ánimo.
Por eso si estos días no te sientes tan al 100%, no te preocupes, échale la culpa a las hormonas y busca excusas para pasártelo aún mejor que de costumbre.
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