17 DE ABRIL
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El día de hoy se destina a la visibilización de una enfermedad muy curiosa; la hemofilia. Una patología congénita que no permite que la sangre se coagule de la manera correcta. Es un padecimiento crónico y progresivo que se caracteriza por presentar hemorragias de forma permanente en el paciente, las cuales se dan de manera repentina. Esto ocurre por la no presencia en la sangre de una proteína esencial denominada factor de coagulación. Cuando existe un defecto en el factor de coagulación, se forma más lentamente el coágulo que impide el sangrado. Como consecuencia, las lesiones o heridas sangran durante más tiempo del debido. El síntoma recurrente, es la presencia de sangrado, pero que termina afectado otros sistemas del organismo que son vitales para la vida.
Esta visión que se nos presnta claramente podría ayudarnos a entender mejor el concepto de sensibilidad intrapersonal. Refiriéndonos a la autocomprensión, la capacidad de ver cómo somos y qué queremos, el acceso a la propia vida emocional, a los propios sentimientos, la capacidad de diferenciar estos sentimientos o emociones, ponerles nombre y recurrir a ellos para interpretar y orientar la propia conducta. Pero tambien a la vulnerabilidad, a la percepción del daño causado por el prójimo y a la medida en que esto puede afectarnos.
Y es que las tendencias actuales pueden hacernos pensar que la sensibilidad es sínonimo de debilidad, pero lejos de convertirnos en rocas impasibles que resitan contra viento y marea, debemos dejar fluir nuestras emociones. Aprender cuándo debemos compartirlas y cuándo tenemos que frenar sentimientos que se apoderan de nuestro sino.
Cierra viejas heridas y limpia las nuevas. No permitas que el mundo te desangre.
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